Esta es una pregunta que nos deberíamos hacer todos, tanto los estudiantes de magisterio que pronto seremos maestros, como los docentes que ya ejercen la profesión, pues nuestros conocimientos y valores, así como la forma de transmitimos, son de vital importancia en el proceso de formación del niño/a. La influencia que ejerzamos sobre ellos, seguramente marque el camino de sus vidas, por ello, hay que tener las ideas muy claras, sabiendo cuáles son nuestros propósitos en cualquier momento.
La capacidad imaginativa y de creación que tienen los niños es impresionante, pero, un reciente estudio ha determinado que ambas cualidades, que en mi opinión son muy importantes para la vida diaria de las personas, se van degradando a medida que los alumnos avanzan cursos. Esto se debe a que las asignaturas técnicas (Matemáticas, Lengua, Inglés...) tienen más peso dentro de la educación frente a las artísticas (Arte y Música). ¿Por qué? Por dos razones:
1. Las asignaturas artísticas son consideradas inferiores y menos importantes
curricularmente.
2. Muchos de los docentes a pesar de que comprenden y saben la importancia de
estas asignaturas, no han recibido la formación necesaria para ejercerlas y al
impartirlas las simplifican.
Por lo tanto mi propósito sería profundizar y desarrollar más la imaginación y creatividad de los alumnos con dichas asignaturas y otras diversas actividades, a la par que adquieren unos valores óptimos, mejorando el ambiente y las relaciones en el aula y así fomentando el buen trabajo en el resto de las asignaturas, las cuales en ningún momento perderían importancia.
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